Juzgado tras malherir a un hombre que le pidió hachís y luego le preguntó si entendía de «putas»

«Le dije que si no sabía de hachís sí sabría de putas. Lo hice por hacer una gracieta pero reconozco que fue un humor negro disparatado». Esta afirmación motivó días atrás una pelea entre dos hombres en Sant Antoni que ayer acabó en el juzgado. El que resultó menos perjudicado, el supuestamente ofendido, se enfrenta a dos años de prisión y a pagar cerca de 2.000 euros después de que el fiscal considerara desmedida su reacción ante este comentario. Según el acusado, sin embargo, él fue el que sufrió las peores vejaciones e, incluso, tuvo que soportar cómo el denunciante azuzaba un perro de raza pitbull contra él.
El incidente, que quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, ocurrió en la calle Reyes Católicos. Ambos protagonistas coinciden en que todo comenzó después de que el denunciante pidió al otro hachís por la única razón de su origen magrebí. Éste, sin embargo, le contestó que era rumano y, tras ello, se pasó de la disputa verbal a las agresiones mutuas. El hombre que presentaba más lesiones afirmó que repentinamente se vio atacado por el acusado, persona que se le echó encima con una barra de hierro, instrumento con el que le ocasionó sendas brechas en la cabeza. «Al principio creía que iba hacia mí con un cuchillo. Luego, rompió una botella y me atacó», dijo la supuesta víctima, persona que señaló que había pedido también una orden de protección desde que interpuso la denuncia. «Me ha amenazado gente de su entorno unas 50 veces desde entonces. Por eso pido protección», destacó. «Mi perro no hizo nada. Es lo más bueno del mundo. Ladró y salió corriendo», añadió.
Botella de litro
El acusado, por su parte, indicó que se liminó a actuar en defensa propia después de que, tras ser interpelado con los comentarios antes citados y asegurar que él no tenía nada que ver con el hachís, fue golpeado en la cabeza por la espalda con una botella de cerveza de litro.
Así lo corroboraron también dos testigos, quienes aseguraron que el sospechoso sólo reaccionó cuando se vio atacado y no tuvo más camino que actuar con violencia.