La Guardia Civil espera que en menos de dos semanas estén confirmadas las investigaciones que se han llevado a cabo para identificar el cadáver de la mujer que fue encontrado a mediados de febrero en los acantilados de es Carnatge, en Formentera. Éste es el tiempo que necesitan los laboratorios para enviar los resultados de una prueba de ADN que se ha llevado a cabo y con la que se confía dar por concluido este suceso.
La investigación llevada a cabo por los agentes de Policía Judicial estaban muy adelantadas antes de que se determinara realizar esta prueba pero se consideró oportuno llevarla a cabo para confirmar indicios que, según todas las fuentes, se consideran muy fiables.
Autopsia
Según la información recogida por este periódico, el hallazgo del cadáver coincidió con el desplazamiento a la isla de posibles familiares de la víctima, una mujer de mediana edad y de complexión corpulenta que, según la autopsia, pereció tras caer desde una altura indeterminada. La investigación se encontró en sus indicios con múltiples incógnitas porque en ese momento no existía ninguna denuncia por desaparición de persona alguna cuyas características físicas pudieran relacionarse con la fallecida. Ésta, además, estaba prácticamente desnuda y no portaba ninguna identificación acreditativa. Los exámenes, de igual manera, revelaron que el cuerpo, hallado por un pescador, podía llevar unos días en el agua. Las pesquisas de la Benemérita han avanzado desde entonces y, tras confirmarse que no existieron, en principio, indicios criminales en su muerte, en tratar de identificarla en círculos de residentes extranjeros que pudiera conocer a la fallecida, persona que, al parecer, contaba con fuerte arraigo en las Pitiüses.