Las obras de la nueva Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía están pendientes de que la Dirección Territorial de Salud Laboral autorice el desmontaje de varias pequeñas bóvedas recubiertas de amianto con las que se ha topado la empresa constructora cuando se disponía a emprender los trabajos de demolición del edificio viejo, informó ayer la directora insular de Eivissa y Formentera, Sofía Hernanz.
Aunque la aparición de las bóvedas de amianto ha retrasado ligeramente el proceso de demolición, Hernanz dijo que la previsión para la conclusión de los trabajos sigue siendo a finales del año próximo.
Los responsables de las obras no pensaban que fueran a encontrarse con tanta cantidad de amianto, señalaron otras fuentes, un material que obliga de a desarrollar un proceso de descontaminación que, en este caso, durará cerca de un mes.
Una vez que se hayan desmontado las bóvedas, en un mes más, aproximadamente, se terminará de demoler el edificio viejo y ya podrán comenzar los trabajos de construcción propiamente dichos.
El plazo previsto para que la empresa constructora termine el trabajo sigue siendo de 18 meses. El pasado mes de diciembre, el personal de la Comisaría se trasladó a unas oficinas provisionales situadas en el mismo recinto para poder demoler el viejo edificio, que ya presentaba unas condiciones lamentables.