Un empresario de Vila del ramo de la construcción fue condenado ayer a un año de prisión y a pagar más de 350.000 por 'olvidarse' de cumplir con Hacienda.
El constructor, cuya empresa cuenta con su sede social en Vila, reconoció ayer ante la titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, que no había presentado declaración alguna por el impuesto de sociedades del ejercicio 2003, dejando se ingresar una suma de 178.691 euros.
Su «olvido» le ha costado tener que retribuir a las arcas de Hacienda con esta cantidad y hacer frente a una multa con una suma idéntica. Como antecedentes, además, le quedará una pena de un año de prisión que también figuraba en el total de la condena.
Ésta es la pena que le impuso ayer la juez Clara Ramírez después de llegarse a una sentencia de conformidad en el juzgado después de que llegaran a un acuerdo el fiscal, la abogada de Estado que representaba a la Agencia Tributaria y la defensa del acusado, procesado por la comisión de un presunto delito contra la Hacienda Pública, tipificado en el artículo 305 del Código Penal.
Sociedad limitada
El sospechoso, máximo representante legal en una constructora sociedad limitada que llevaba su nombre, se enfrentaba en un principio a una condena de dos años y tres meses de prisión y a tener que depositar entre multas y abono de la cantidad defraudada una cifra que superaba el medio millón de euros.
El acuerdo judicial permitió al acusado rebajar hasta la mitad la multa inicial que en un principio habían solicitado las acusaciones.
El resto de la cantidad a depositar tendrá que hacerla efectiva como una indemnización de la que responder de forma conjunta la sociedad constructora que no declaró a Hacienda los 178.691'73 euros que se le reclamaban al acusado.
Al parecer, durante la instrucción de la causa, el empresario alegó no sólo que desconocía que el impago de dicho impuesto podía constituir un delito sino que también hizo referencia a diferentes problemas de distinta índole estrictamente personal que lo habían hecho «distraerse» de sus obligaciones con el Fisco español.