Antonio Mouriño Faria, que ha reconocido ser el causante de la muerte en la localidad orensana de Viana do Bolo en 2001 de la joven Montserrat Martínez, que calificó de accidental, fue condenado en diciembre de 2008 por el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa por un presunto delito de violencia machista cometido sobre su pareja, confirmaron ayer diversas fuentes.
Mouriño Faria, natural del pueblo en el que se cometió el crimen, al igual que su presunta víctima, residía en Vila desde 1999, donde trabajaba en la construcción. Aquí en la isla fue condenado a seis meses de prisión por un delito de lesiones y maltrato a la mujer que entonces era su pareja. La sentencia fue emitida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, ya que hasta finales del año pasado era el encargado de los casos de delitos de violencia sobre la mujer.
Agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense viajaron el sábado a Eivissa para detener al sospechoso, de 29 años de edad, que fue trasladado a la localidad orensana de Trives.
Allí, anteayer por la mañana, el juez ordenó su ingreso en prisión con carácter provisional.
Los hechos por los que ha sido detenido el joven ocurrieron el 14 de abril de 2001. Entonces, la Guardia Civil de Viana do Bolo tuvo conocimiento de la desaparición de Monserrat Martínez, que entonces tenía 21 años de edad. Justo una semana después, en un paraje denominado Cabo da Vila, en Viana, fue encontrado su cuerpo sin vida con signos de violencia.
Unos dos años antes Mouriño Faria había dejado Ourense para ir a trabajar a Eivissa. Los hechos se registraron en la Semana Santa de 2001, cuando el joven estaba de vacaciones en su pueblo. Después regresó a la isla.
'Rollete'
Según la prensa local, el sospechoso siempre estuvo en el punto de mira de la Guardia Civil.
En primer lugar, porque había testigos que lo vieron hablar con la joven antes de abandonar un 'pub' de la zona. Los amigos de la chica pusieron a la Guardia Civil sobre la pista del ahora detenido en los sucesivos interrogatorios. Además, un año antes, en las fiestas de un pueblo cercano, el joven había mantenido una fugaz relación sentimental con ella, según las informaciones de la prensa de la provincia. Ante los agentes, el sospechoso sólo habló de 'rollete'.
Escuchas telefónicas y posibles arrestos por encubrimiento
A lo largo de estos nueve años la Guardia Civil nunca llegó a cerrar el caso. Se barajaron muchas hipótesis e incluso algunos de los miembros de la familia de la joven muerta fueron considerados sospechosos. La detención en Eivissa del que siempre fue el principal sospechoso se ha producido a raíz de las últimas escuchas telefónicas efectuadas por los investigadores. La Guardia Civil de Ourense no ha revelado por el momento cuál ha sido la prueba definitiva que ha posibilitado la detención de Mouriño Faria, pero sí ha trascendido que podrían producirse nuevos arrestos por presunto encubrimiento.