James G.L.B., de 35 años, y Heidi M.T. de 30, la pareja de británicos residente en el municipio Santa Eulària detenida hace algo más de una semana después de que la Guardia Civil interviniera algo más de un kilo de MDMA que iba a ser embarcado en Bilbao un ferry con destino al Reino Unido contaba con las sustancias y droga necesarias para fabricar una cantidad próxima a las 5.000 pastillas. Todo ello sin contar que la cantidad hubiera podido ser aún mucho mayor si los traficantes no hubieran tenido reparos en adulterar aún más el MDMA intervenido, que, según los análisis, era de gran pureza.
Los agentes del Equipo de Delincuencia Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa que participaron en esta operación se incautaron en el domicilio de la pareja de más de un litro de ácido sulfúrico y un volumen similar de formol, sustancias habituales empleadas en el 'corte' de este tipo de droga a fin de confeccionar las conocidas pastillas con las que suele distribuirse el éxtasis.
Ambos británicos, encarcelados sin derecho a fianza tras su paso a disposición judicial, llevaban en la Isla residiendo ya casi un año. En Santa Eulària, sin embargo, habían fijado su domicilio, cerca de una casa de Santa Gertrudis, hace sólo dos meses. James G.L.B. y su compañera no eran personas desconocidas en Eivissa. Eran habituales durante la temporada estival y estaban relacionados con conocidos establecimientos de ocio frecuentados por británicos, según lo recogido por este periódico. Todo indica que ahora, sin oficio conocido, habían decidido fijar su residencia durante todo el año en Eivissa supuestamente para lanzar el 'negocio' de importación y exportación de droga que se les ha adjudicado.
La investigación emprendida por este caso, y dirigida por un juzgado de Bilbao, no está ni mucho menos cerrada. Nadie descarta que hubiera más personas implicadas en las actividades que se le atribuyen a la pareja y que éstos pudieran ser sólo los mediadores entre una potente organización de narcotráfico asentada en la Isla.
Sospechas
Eivissa siempre se ha considerado un lugar de entrada para el éxtasis pero no de salida. Las operaciones policiales realizadas en los últimos años han evidenciado que, en el caso de la cocaína, la Isla también era un trampolín para las redes que operaban con toda Europa.
Al respecto, la Benemérito trata en esta fase de la investigación de aclarar cuántos envíos podían haberse realizado por este sistema al Reino Unido con la intervención de los acusados y de las personas que pudieran ayudarles. Del mismo modo, la existencia de productos precursores del éxtasis en pastillas y de la droga lleva a pensar que se estaba recibiendo MDMA en 'bruto' no sólo con la finalidad de exportarlo sino también de distribuirlo, como es habitual, en grandes cantidades en las Pitiüses.