«Creo en Dios, lo juro por mi hijo, por mi madre y no lo hago en vano». Son declaraciones efectuadas ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa por un residente de Sant Josep que ayer proclamó su inocencia por un robo que se le imputa ocurrido en marzo en casa de sus vecinos. El ladrón, que sólo se llevó divisas tailandesas, se hirió al forzar la ventana por la que entró y dejó un reguero de sangre por toda la vivienda.
Se da la circunstancia de que el acusado, sobre quien ya sospechaban los moradores de la casa donde se perpetró el robo, ubicada en la calle Porroig de Sant Josep fue detenido por la Guardia Civil cuando se comprobó que presentaba cortes en una mano y en un pie.
El sospechoso, un ibicenco ahora preso, con distintos antecedentes penales, que dijo tener problema con las drogas, agobiado por deudas económicas, y que por esta causa se enfrenta a tres años y medio de reclusión, manifestó que la herida de la mano se la ocasionó arreglando una chimenea y la de pie, sin saber cómo, cuando fue a la casa de sus vecinos a recoger a su perro. El animal, al parecer, acostumbraba a ir a la finca colindante.
«Suponemos que lo del perro es cierto y también que aprovechó para lo otro», explicó uno de los agentes que lo detuvo. El arresto de dicha persona se produjo el 10 de marzo cuando la Guardia Civil salía de la casa desvalijada y se encontró al sospechoso llegando a su casa en un coche «a gran velocidad y por una carretera estrecha». Los agentes pidieron al acusado que enseñara las palmas de las manos y que se quitara los calcetines, momento en el que se descubrieron sus heridas.
Forense
«La herida del pie es mucho más antigua. La forense no ha sabido hacer bien su trabajo», dijo el acusado. La Guardia Civil, sin embargo, evidenció que había rastros de sangre de un talón por toda la casa así como huellas de una mano en el marco de una ventana por la que el ladrón penetró tras forzarla supuestamente con un destornillador. El acusado se quejó ayer de que no se hubiera recogido muestras de sangre y se le hubiera sometido a una prueba de ADN.
Los afectados relataron que el acusado posiblemente robó en la casa días antes y se llevó 200 euros. «Pero no lo denunciaron», dijeron.