M.J.S.P., una mujer acusada de usar una tarjeta de crédito ajena y gastar algo más de 1.100 euros en regalos de Navidad, se declaró ayer inocente ante la juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa. El Ministerio Público solicita una pena de dos años para esta mujer, a la que acusa por un delito de estafa, consistente en usar una tarjeta de banco ajena como si fuera propia, en concurrencia con otro de falsedad en documento mercantil, derivado de las firmas falsas que, supuestamente, estampaba en los recibos de las compras.
Por su parte, la mujer argumentó que en el banco le entregaron, por error, una tarjeta que no era suya. Su abogado recriminó al Ministerio Público que no se llamara a declarar a la empleada del banco que, según la acusada, le dio la tarjeta que no era suya. Al parecer, esta empleada ya no trabaja para la entidad. También insistió el abogado en que no se puede condenar a su cliente por falsedad documental en documento mercantil, ya que no se han presentado los recibos con las firmas.
Dinero recuperado
No obstante, el testimonio de la dueña de la tarjeta, que consiguió recuperar el dinero, fue demoledor; al igual que el de los responsables de los locales en los que hizo las compras, a los que la acusada devolvió el dinero una vez que se descubrió que la tarjeta no era suya.
La propietaria de la tarjeta trabaja en un centro de belleza al que acudió la acusada. Declaró que cuando vio que le faltaba la tarjeta, sospechó de M.J.S.P. «Le dije: 'devuelve las cosas y no te denuncio', pero ella lo negaba todo y en el banco me dijeron que si no denunciaba no podía recobrar el dinero (...) Al final lo recuperé a través de las tiendas y de Visa», declaró.
La responsable de una zapatería en la que la acusada gastó 88 euros dijo que no le pidió el DNI cuando entregó la tarjeta porque la conoce y se fiaba de ella. La dependienta de una joyería en la que la acusada gastó 330 euros explicó que primero le entregó una tarjeta de banco junto con el DNI y que cuando esta tarjeta no funcionó le entregó otra, la que no era suya, pero esta vez no le volvió a pedir el DNI.
Esta actitud «astuta» de la acusada, fue utilizada en su discurso por la representante del Ministerio Público para apoyar la conclusión de que la acusada actuó de mala fe.
Más de 1.100 euros en joyas y zapatos
La mujer gastó más de 1.100 euros en un único día, el 17 de diciembre de 2008. Explicó que hizo las adquisiciones todas seguidas porque aprovechó para comprar los regalos de Navidad.
Acudió a establecimientos de Vila donde la conocen desde hace muchos años, motivo por el que en todos los establecimientos no le pidieron el DNI, menos en uno, donde también consiguió consumar la compra.
Eligió, para comprar los regalos de Navidad, joyerías y zapaterías, principalmente. En el juicio, el abogado recordó que los dependientes tienen obligación de pedir el DNI para cobrar con tarjeta.