El juez de guardia impuso a J.F., un británico de 31 años acusado de violación a una joven de 15, una fianza 5.000 euros para eludir la prisión provisional. Por el momento, el detenido aún duerme en el centro penitenciario de Eivissa.
J.F. declaró ante el juez que la joven consintió las relaciones sexuales, mientras ella asegura que fue forzada. No obstante, en el examen forense que se realizó a la adolescente no se apreciaron signos de violencia.
Los hechos se produjeron alrededor de la una de la madrugada en el Port de Sant Miquel. La joven estaba alojada junto con sus padres en los Apartamentos Balanzat y allí conocieron al ahora encarcelado.
Los padres les dejaron solos y cuando regresaron vieron que la joven tenía las bragas manchadas de sangre. Entonces ella explicó que fue con J.F., natural de Londres, a la playa y allí la agarró de las muñecas, la tumbó, la besó y la penetró hasta eyacular. Aunque no usó condón, ambos dijeron que el joven no eyaculó dentro de la joven, sino que se retiró a tiempo.
La familia de la joven avisó a la Guardia Civil de Sant Antoni, cuyos agentes detuvieron al sospechoso y el domingo lo pusieron a disposción del juez de guardia.
El hombre dijo que la relación sexual se consumó en la parte trasera del establecimiento hotelero, mientras que la adolescente dijo que fue en la playa.
Tras el acto, la joven se lavó sus partes íntimas en la playa porque, según explicó, el acusado le dijo que tenía miedo de lo que le pudiera pasar.