La Audiencia Provincial se desplazará la próxima semana a Eivissa para juzgar a tres presuntos narcotraficantes, un holandés y dos británicos, que fueron detenidos en agosto del año pasado en una investigación del Greco para acabar con un grupo que suministraba drogas por encargo a los organizadores de fiestas privadas. Los laboratorios revelaron que el LSD que vendían era en realidad un fármaco similar a esta sustancia utilizado en veterinaria. Dos de los tres acusados se juega siete años de prisión. El fiscal pide cinco para el tercer implicado.
Los sospechosos llevaban supuestamente la droga a sus clientes oculta en los bajos de sus vehículos, adherida a ellos mediante un sistema de imanes.
El arresto de dos de los acusados, uno de ellos con domicilio en Can Pep Masia, en Sant Joan, se produjo cuando iban en sus respectivos coches.
La operación se cerró con 30.000 dosis de lo que se creyó era LSD y que luego resultó ser clorofenilpiperazina, sustancia usada para combatir los parásitos en caballos y cerdos, así como con el decomiso de 2.000 éxtasis, 420 gramos de speed, 429 de hachís, y 511 de marihuana, así como 25 gramos de cocaína y una gran cantidad de dinero.