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¿Dónde tenemos el problema?

Un momento de la conferencia impartida ayer en el Consell Insular a los alumnos de la EBAP en Eivissa. | Daniel Espinosa

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J.J.M.

«Se trata de localizar hechos delictivos y poder cartografiarlos. Una serie de datos se pueden cruzar y hacer un mapa que nos de información relevante». Son palabras de Joana Maria Petrus Bey, doctora en Geografia por la UIB en la especialidad de Seguridad y Ciencias Políticas, quien ayer ofreció una conferencia a los 22 alumnos que componen las 37 promoción del Curso de Policía Local en Eivissa de la EBAP.

Petrus Bey explicó a los agentes y a las autoridades que acudieron a esta conferencia la posibilidad de aplicar técnicas de información geográfica para mejorar la eficacia policial y optimizar recursos en territorios donde se intenta mejorar la seguridad.

Estos métodos se están poniendo en práctica con éxito desde hace 20 años y pueden abarcar distintos campos. Los mapas no sólo pueden servir para incrementar la seguridad de determinadas zonas sino también para conocer qué problemas tienen o sus características más importantes.

«Se puede conocer el nivel del vida de un territorio, el tipo de población, los tipos de delitos, las horas en que ocurren, los fenómenos que se dan. Todo ello permite a la administración, acostumbrada a una continua demanda, a racionalizar sus recursos. Todo ello permite gestionar mejor un territorio», apuntó Petrus Bey.

Un sistema poco aplicado en España y usado por Scotland Yard

«Nos cuesta asumir riesgos. Pero esto funciona en los países anglosajones, más acostumbrados a medidas de autoprotección y a combinar datos sociodemográficos con los espaciales», indicó la doctora Petrus Bey. Señaló que estas técnicas son poco conocidas aún en España (sólo en Cataluña Y Andalucía) pero que son moneda corriente en el mundo anglosajón. Puso por ejemplo a Scotland Yard, una policía que sí trabaja con estos instrumentos para saber a las realidades a las que se enfrenta.

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