Dos vecinos de ses Païsses, una pareja formada por el venezolano G.G.G.B., de 35 años, y la italiana R.M., pasaron ayer a disposición del juzgado de guardia después de que, tras interceptarse un paquete con 25 gramos de cocaína destinado a él, se descubriera en su domicilio 118 plantas de marihuana que eran cultivadas con sistemas artificiales.
La marihuana aprehendida arrojó un peso de 7,280 gramos, cantidad a la que hay que sumar otros 315 gramos de cogollos que estaban empaquetados en bolsas con epígrafes tan dispares como 'tumba cabeza' o 'mucha hambre'.
Recepción
Los dos sospechosos fueron apresados tras un servicio conjunto llevado a cabo por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y el Area de Investigación de la Guardia Civil de Sant Antoni. Aduanas detectó cocaína en el interior del paquete postal que días atrás iba a recibir G.G.G.B.
La novia de éste, tras la llegada del envío a la Isla, se hizo cargo del paquete mientras su compañero era localizado en un conocido gimnasio de Vila.
El juzgado autorizó seguidamente la entrada y registro en el piso donde residían ambas personas. En dicho domicilio se encontró la plantación, cultivo que se estaba llevando a cabo con el apoyo de todo tipo de sustancias fertilizantes y luces halógenas en armarios preparados para tal efecto.
Los dos acusados se acogieron a su derecho no declarar en las dependencias policiales a las que fueron llevados antes de su entrega en el juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, esta semana de guardia. Los agentes también se incautaron en el mismo domicilio de una báscula, botes de preparados y anotaciones sobre los movimientos de la droga.
Droga en un doble fondo de un manual de ontología pediátrica
Un manual de ontología pediátrica. Este era el título del cuaderno que figuraba dentro del paquete que había sido enviado a G.G.G.C., principal sospechoso en la causa y persona para la que el fiscal pidió el ingreso en prisión. En dicho libro, remitido desde Costa Rica, se había practicado un doble fondo. En su interior se colocaron 25 gramos de cocaína. La droga fue detectada a su llegada a España dentro de los controles en las llamadas 'lineas postales calientes'.