La segunda la jornada del juicio que se celebra en Palma contra el estonio Alvaar Pass, acusado de degollar en Sant Antoni a un italo-colombiano al que había conocido en el vuelo que le llevó de Londres a Eivissa en 2008, estuvo marcada por los testimonios de los guardias civiles que protagonizaron la investigación del caso y por la declaración de un psiquiatra aseguró que el acusado padece una esquizofrenia hasta tal grado que escucha voces inexistentes, lo que reduce su capacidad volitiva e intelectiva entre un 80 y un 90 por ciento. Basándose en este testimonio, su abogado, Juan María Ormazábal, solicita la absolución de su cliente. El lunes, Pass declaró ante los miembros del jurado popular que le juzga que actuó en defensa propia y que no recuerda nada desde el momento que comenzó la refriega entre los dos, que acabó con la muerte de uno de ellos. En caso de que el jurado estime la valoración de este psiquiatra, Pass cumpliría la pena que se le imponga en un centro penitenciario psiquiátrico.
El Ministerio Público acusa al estonio de homicidio y solicita una pena de doce años de cárcel, mientras que la acusación particular acusa por asesinato y reclama 20 años. Los hechos ocurrieron en un hostal de Sant Antoni en el que los dos turistas decidieron alojarse. Según declaró Pass ante la Guardia Civil en su momento y ratificó el lunes ante el jurado, ambos estuvieron bebiendo muchas cervezas y después discutieron porque no se pusieron de acuerdo sobre la posibilidad de acudir o no a una fiesta. La discusión acabó con el fallecimiento. Pass escondió el cadáver bajo la cama y huyó. Tres días después se entregó en Comisaría, lo que representó una gran sorpresa, ya que los investigadores confundideron a uno con otro y estuvieron buscando a la víctima como sospechoso de asesinato, en lugar de a su homicida.