Tras una noche de fiesta, el joven turista de nacionalidad británica Samuel Joseph McCaugel, de 23 años de edad, murió a primera hora de la mañana de ayer a consecuencia de las graves heridas que sufrió tras precipitarse desde un cuarto piso en el hotel Sun and Sea, en la avenida Doctor Fleming de Sant Antoni.
Se trata de un edificio de cuatro plantas y el joven fallecido se alojaba, junto con unos amigos, en una habitación del último piso. En esta planta los balcones de las habitaciones no tienen barandilla, explicó ayer el director del establecimiento, Dirk Michael Sieper, sino que en su lugar hay un pequeño muro. Los compañeros de vacaciones de McCaugel explicaron a los agentes de la Guardia Civil que investigan el caso que el fallecido estaba haciendo equilibrismo sobre este estrecho muro.
McCaugel cayó y se golpeó con mucha fuerza. Los facultativos de una ambulancia del Ib Salut se desplazaron hasta el lugar y, en un primer momento, lograron estabilizarlo. Emprendieron el camino hacia el hospital de Can Misses, pero las heridas eran demasiado graves. Finalmente, sufrió otra crisis y falleció, informaron desde el servicio del 061.
Esta muerte por precipitación desde la habitación de su hotel es el tercer caso de este tipo que se registra esta temporada en la isla. Los tres casos han ocurrido en la había de Portmany. Los tres eran británicos y sus edades estaban comprendidas entre los 23 y los 25 años. A Samuel Joseph McCaugel le precedió, el día 23 de este mes, la joven Jodie Carole Taylor (25 años) y, previamente, el 30 de junio, murió Robert Marccio (24 años).
Jodie murió al caer desde su habitación del cuarto piso del hotel Galera de Sant Antoni. Llegó al establecimiento en estado de ebriedad y hubo que llamarle la atención por el ruido que generaba. Robert cayó en el hotel es Pins, en Cala de Bou, municipio de Sant Josep, y también ocurrió tras una noche de fiesta. Su compañero de habitación explicó que se asomó al balcón para refrescarse y, simplemente, se cayó.
«Alcohol y drogas muy fáciles»
Para intentar explicarse la muerte del joven, el director del hotel Sun and Sea, el alemán Dirk Michael Sieper, también director de Apartamentos Sant Antoni y el hotel Florida, aludió ayer al hecho de que «es muy fácil comprar alcohol y droga». «A veces quieren echarle la culpa a los hoteleros o a los edificios, pero la explicación es muy fácil: demasiado alcohol y demasiadas pastillas y sustancias nuevas», señaló. «Llevo más de 20 años en esta isla y veo que los jóvenes llegan bien pero después, por la noche, tienen los ojos muy redondos», añadió. «Está claro que lo que hay que hacer es endurecer las leyes», aconsejó.