Un joven de nacionalidad marroquí fue arrestado al ser sorprendido por la policía cuando estaba robando violentamente a un mujer con la que, previo pago, había mantenido relaciones sexuales y, como no quedó satisfecho, decidió cobrárselo a su manera, informaron ayer desde la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Ocurrió en ses Figueretes, un barrio en el que las protestas vecinales por la oferta de servicios sexuales en la calle son ya veteranas.
El detenido, R.K., de 27 años de edad, fue sorprendido 'in fraganti' por agentes pertenecientes a la Brigada local de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Eivissa, que lo han puesto disposición judicial bajo la acusación de haber cometido un delito de robo con violencia.
Voces de mujer
Desde la Comisaría informaron de que los hechos ocurrieron a las siete de la mañana en la calle Galicia, cuando el agente que se iba a incorporar a su turno de trabajo escuchó voces de mujer que pedían auxilio.
El agente se dirigió hacia el lugar de donde provenían los gritos y vio cómo un individuo estaba agrediendo a una mujer, por lo que tuvo que intervenir de forma inmediata, explicaron desde Comisaría, y separó de la mujer al agresor, al que redujo y detuvo.
Tras la denuncia presentada en Comisaría y el relato de los hechos, se pudo saber que la mujer había ofrecido servicios sexuales al sospechoso y, una vez prestados estos, el hombre le dijo que no había quedado satisfecho R.K. Entonces, el marroquí pretendió que le fuesen entregadas las pertenencias de la mujer. Al no lograrlo, apuntaron desde Comisaría, arrebató el bolso a la mujer, con el dinero y un teléfono móvil con el que ella estaba tratando de pedir auxilio. Además la golpeó y le clavó un bolígrafo en el brazo.
El teléfono fue recuperado pero no el bolso, ya que R.K. se lo entregó a otro ciudadano marroquí que estaba en las inmediaciones y que desapareció del lugar.
Decide robar el bolso y el móvil a una prostituta porque no lo dejó satisfecho
Golpeó a la mujer y también le clavó un bolígrafo para poder quitarl el dinero que le había entregado
Eivissa |