El pasado 26 de septiembre una mujer acudió a un Juzgado del sur de la isla de Tenerife para confesar «por remordimientos» que cuatro años antes había enterrado a su mujer, que había fallecido por muerte natural, y había seguido cobrando su pensión, según han informado fuentes de la Guardia Civil.
La fallecida era una mujer de 80 años de edad y de origen francés y que residía en el municipio de Adeje, al sur de Tenerife, según ha adelantado este jueves el periódico 'El Día'.
El suceso se produjo en la zona de Tijoco Bajo, según relata el rotativo que añade que la autopsia desveló que la muerte se había producido por causas naturales.
La Guardia Civil ha señalado que se ha dado cuenta a las autoridades francesas ya que la pensión era otorgada por el gobierno galo.