Una sola denuncia formal y siete declaraciones más de menores que recogió la Guardia Civil en el inicio de las pesquisas en un caso de presuntos abusos sexuales son las bases en las que se apoya la investigación judicial contra el director y también sacerdote del colegio Can Bonet de Sant Antoni.
Así lo confirmaron ayer fuentes relacionadas con el caso de toda solvencia después de que desde abril, fecha en la que se detuvo al también párroco de Sant Josep, hayan bailado las cifras sobre las presuntas denuncias que había presentadas.
El dato se ha podido conocer después de que anteayer declararan todos estos menores, así como sus familiares, en el juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, lugar donde los afectados debían de ratificar o no los hechos que recogieron agentes del EMUME de la Guardia Civil tras tramitarse esta denuncia.
El juzgado mantiene las medidas cautelares contra el sacerdote pese a que semanas atrás su abogada pidió que se retiraran. Éstas incluyen no pisar el colegio ni acercarse a estos adolescentes.