El hombre que el pasado viernes fue encontrado muerto por electrocución dentro de un todoterreno al que, según la Comandancia de la Guardia Civil de Balears, entró para sustraer objetos de su interior y manipular el cuadro de mandos con un destornillador con el fin de ponerlo en marcha, padecía del corazón y era asmático, señala el informe de la autopsia.
Además, el fallecido, Ralf H., de 43 años de edad y nacionalidad alemana, había sufrido recientemente un paro cardiaco por el que había sido hospitalizado.
El propietario de una finca de Sant Carles avisó a la Guardia Civil el pasado viernes de que en el interior de un todoterreno estacionado en este terreno había una persona que no se movía.
Juez de guardia
Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que forzar el todoterreno, un viejo Land Rover, ya que esta persona se había encerrado en su interior.
Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil comprobaron que el hombre estaba muerto, por lo que se avisó al juez de guardia para que ordenara el levantamiento del cadáver. Al parecer, había accedido al interior del coche el día anterior con el objeto de sustraer lo que había dentro. Ralf H. vivía en Eivissa, donde tenía pareja y un hijo de trece años de edad.