El Foreign and Commonwealth Office (FCO) y la Asociación de Agentes de Viajes Británicos (ABTA) han emprendido una campaña para intentar reducir el número de jóvenes de este país que resultan heridos o muertos en incidentes relacionados con caídas desde balcones y ventanas de los establecimientos turísticos en los que se alojan, según la BBC. Fuentes oficiales aseguran que, a menudo, estos incidentes suelen estar relacionados con el consumo desmedido de alcohol, aunque no siempre.
Muchos de los tres millones de jóvenes turistas británicos que este año viajarán al extranjero, de los que un buen porcentaje lo harán a Eivissa y Mallorca, recibirán folletos con explicaciones y una impactante imagen de Jake Evans, de 18 años de edad, que cayó desde una altura de siete pisos al inclinarse demasiado sobre su balcón para recuperar un encendedor de cigarrillos durante unas vacaciones. «Estas prácticas son extremadamente peligrosas y pueden costar o causar discapacidades permanentes», se apunta el folleto.
Evans, que estaba muy bebido, chocó con el borde de otros balcones y aterrizó en una tumbona, lo que, según los médicos, le salvó la vida. El adolescente sufrió una fractura de cráneo, otra en la muñeca derecha, roturas de varios dedos y su espalda ha quedado permanentemente dañada. En un vídeo, Evans explica que se siente una persona «muy afortunada».