Una persona ha muerto a consecuencia del incendio declarado el pasado jueves en una comarca montañosa de Málaga con hasta 12 kilómetros de frente, que pudo ser intencionado y que ha obligado a desalojar a unas 5.000 personas de sus viviendas particulares, de hoteles y de edificios administrativos.
El cadáver, que fue hallado ayer carbonizado, corresponde a un hombre de avanzada edad que estaba en una casa de aperos en el municipio de Ojén. Ayer no se descartaba que pudiera haber una segunda víctima.
Además, un matrimonio se encuentra herido grave, él con quemaduras de segundo y tercer grado en el 65 % de su cuerpo, y ella, en el 60 %, el primero de los cuales ha sido trasladado del hospital Carlos Haya de la capital malagueña a la unidad de grandes quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Tras visitar la zona del incendio, que ayer noche se daba por estabilizado, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, afirmó que existen «sospechas» de que el fuego que ha afectado a seis municipios de Málaga «ha podido ser intencionado».