Los dos exfuncionarios de Correos que fueron detenidos en enero de 2008 bajo la acusación de dedicarse al tráfico de drogas aseguraron ayer los cargos ante las magistradas de la Sección Primera de la Audiencia Provincial. «Nunca en mi vida me he dedicado al tráfico de drogas», declaró el principal acusado, A.P.A., para quien el ministerio público reclama una pena de ocho años de cárcel y una muta de 100.000 euros. Este caso de presunto tráfico de drogas tuvo especial relevancia social no sólo por el hecho de que los dos acusados fueran repartidores del servicio de Correos de Eivissa, sino porque el segundo sospechoso es el jugador de La Peña Deportiva Francisco José Maline Galvín, a quien se le piden tres años y medio de cárcel. Ayer dijo ante el tribunal que lo único que hizo fue «el favor personal [al otro acusado] de vigilar un paquete». Ambos negaron categóricamente haber obtenido beneficios con la venta de drogas.
Durante el juicio, quien era responsable del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en 2008 explicó que el ‘modus operandi' que supuestamente empleaban consistía en enviar droga desde la Península a Eivissa en paquetes a nombre de personas inexistentes, de manera que nadie acudía a reclamarlos y se los quedaban. El agente explicó que incluso el último paquete con droga que, presuntamente, enviaron lo hicieron desde Eivissa a la Península. El principal acusado dijo que realizó este proceso en dos ocasiones y las dos para enviarse droga a sí mismo, en una ocasión con marihuana y la otra con ‘cristal'.
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