A.C.B., de 45 años de edad, ha vuelto a ser condenado a un año de prisión por volver a quebrantar la orden de alejamiento sobre la que fue su expareja durante muchos años.
En esta ocasión, el condenado incumplió la prohibición de no acercarse a menos de cien metros el 21 y 22 de noviembre de 2012. Según recoge la sentencia, primero se dirigió al centro de Jesús, donde la mujer realiza casi a diario sus compras, después llegó a estar a menos de doce metros de su pareja cuando ésta acudió a Can Raspáis a recoger a su hija, y finalmente, estacionó su vehículo en un lugar donde ella tenía que pasar forzosamente «quedándose mirándola fijamente».