Los representantes legales del italiano Andrea Nardi y del británico Dean N. intentan alcanzar un acuerdo económico tras la brutal agresión que el primero sufrió a manos del segundo en las inmediaciones de una discoteca de Sant Antoni en julio del año pasado y que le ha dejado graves secuelas de por vida, informaron fuentes judiciales.
Ayer por la mañana declararon en el Juzgado de Instrucción número 1 dos de los amigos de Nardi, que también fueron agredidos, aunque no de forma grave, y el propietario de la discoteca en la que se produjo el suceso y para la cual trabajaba el británico como relaciones públicas.
Este, el dueño del local de la avenida Doctor Fleming de Sant Antoni, admitió que Dean N. trabajaba para él, pero añadió que su horario era de diez de la noche a dos de la mañana. Los hechos ocurrieron a las cuatro de la madrugada, por lo que, según la versión del empresario, la agresión se produjo fuera del horario laboral y, en consecuencia, la empresa no se haría cargo de la indemnización a Nardi en concepto de responsabilidad civil subsidiaria.
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