El conductor del tren Alvia siniestrado anoche cerca de Santiago reconoció que iba a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80 kilómetros por hora, han informado fuentes de la investigación. El maquinista se encuentra en un hospital de Santiago de Compostela, custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía.
Las fuentes citadas precisaron que el maquinista no se encuentra detenido, sino únicamente controlado y custodiado por la Policía, tras una petición expresa del juez que investiga el accidente ferroviario.
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela ha ordenado a la Policía Judicial tomar declaración como imputado a esta persona.
Exceso de velocidad
Tras el siniestro mortal, el conductor mantuvo comunicaciones por radio en el que aseguró que iba a mucha mayor velocidad de la que indicaba la curva en la que se produjo el accidente.
Fuentes de la investigación han asegurado que tras el accidente, el conductor del tren admitió también que iba a esta velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una conversación que mantuvo con el delegado del Gobierno en Galicia.
En una de las conversaciones telefónicas mantenidas tras la tragedia, uno de los maquinistas del tren dijo: «Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer».
Ambos conductores salieron ilesos del siniestro y participaron en las tareas de rescate, así como prestando ayuda en todo aquello que consideraron necesario.
La Policía y técnicos de infraestructuras viarias investigan desde anoche las causas del accidente.
Curriculum
El maquinista que conducía el tren siniestrado llevaba tres años en el centro de trabajo de La Coruña y estaba adscrito al servicio de larga distancia.
«Es un ferroviario con una larga trayectoria en conducción, desde el año 98-2000», ha señalado, al tiempo que ha apuntado que cualquier maquinista, para circular por una infraestructura «tiene que conocerla».
El conductor, de 52 años, «llevaba más de un año operando en esta misma línea», ha dicho, por su parte, el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar Rodríguez.
Gómez-Pomar ha añadido que el conductor implicado «lleva 30 años en la compañía y desde el año 2000 estaba trabajando como maquinista, primero como ayudante de maquinista, desde el año 2003 como maquinista y estaba destinado en el centro de La Coruña desde el año 2010».
«Venía operando en esta línea prácticamente desde que se pusieron en marcha estos trenes híbridos, el modelo 730, que entró en funcionamiento en junio de 2012. Y, por lo tanto, pues llevaba más de un año operando esta misma línea», ha dicho.