Día a día aumenta la preocupación sobre el paradero de la bailarina británica Michaella McCollum Connolly, destacaron ayer varios norirlandeses. La joven, natural de Belfast y de 20 años de edad, trabajó, al menos unos días, en una discoteca de Sant Antoni y su familia no sabe nada de ella desde hace ya trece días.
Un portavoz de la República del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irlanda confirmó anteanoche que había estado en contacto con la familia de la mujer. Antes de viajar a Eivissa, Michaella McCollum Connolly había estado trabajando como camarera en Thompsons Garage, una discoteca del centro de Belfast, durante los fines de semana.
El teléfono móvil de Michaella se apagó hace ya trece días, lo que motivó la preocupación de su familia. En los últimos días, su hermana Samantha ha pedido ayuda a través de las redes sociales, un llamamiento que ha sido muy difundido en la red, si bien por el momento no ha dado resultados.