Alfonso Basterra, que se encuentra en prisión imputado por el presunto asesinato de su hija Asunta, ha afirmado que es «inocente» y que no administró ansiolíticos a la pequeña en la que fue su última comida antes de aparecer muerta.
En una entrevista que publica El Correo Gallego y en sus primeras declaraciones desde la cárcel, Basterra afirma: «Soy inocente y saldré de aquí (la prisión) con la cabeza muy alta».
El padre de Asunta Basterra señala desde la cárcel de Teixeiro (A Coruña) que «lo realmente duro fue perder a Asunta; lo demás se puede soportar», dice.
«Yo mismo no me explico nada y no sé por qué estoy aquí», dice Alfonso Basterra, y añade: «soy inocente por completo y no tengo absolutamente nada que ver con este caso».
En otro momento de la entrevista, el padre de Asunta recuerda cuando los vecinos se concentraron frente a su piso en el momento del registro policial. «Me repugnan muchas cosas que han ocurrido, que he sufrido, como toda esa gente indeseable que se concentró en la calle para gritarme asesino, asesino», indica.
Admite que se siente ya juzgado por la sociedad. «Voy a demostrar a todos los que me han juzgado así, sin conocerme de nada, que están confundidos, que deberían avergonzarse», sostiene.
Sobre la última comida que la niña realizó en su piso, en la que estaba presente también la madre de la pequeña, Rosario Porto, el 21 del pasado mes de septiembre, Basterra afirma que «Asunta dejó mi piso por su pie, normal».
«Nada de lo que se ha contado al respecto tiene sentido. Si la niña tomó la superdosis de Orfidal que dicen, habría salido ya de mi casa moribunda, y no es así, no es así», asegura.
«Sobre las cinco y veinte de la tarde se fue con su madre caminando con total normalidad y yo me quedé en casa durante toda la tarde, hasta que Charo me llamó para comunicarme lo que había pasado e ir a comisaría. Todo lo que yo dije desde el principio se ha ido cumpliendo a rajatabla. Dije que no me había movido de casa y ahora se ha demostrado que fue así», apostilla.
Los padres de Asunta Basterra se encuentran encarcelados desde finales de septiembre en el penal coruñés de Teixeiro acusados de asesinato.
El cadáver de la pequeña de origen chino fue encontrado en la madrugada del domingo 22 de septiembre en una pista del municipio de Teo, próximo a Santiago de Compostela.