Ni violación ni crimen premeditado. El jurado popular considera que Alba Mary Mesa Reyes mató a su exnovio, César Augusto Rendón de forma intencionada de una puñalada en el cuello.
Por unanimidad, todos los jurados descartaron la tesis de la defensa, según la que la víctima había intentado violar a la acusada y que, ésta cogió un cuchillo de grandes dimensiones para defenderse. Tres pruebas convencieron al jurado de que la acusada mentía: ella podía abrir con facilidad el coche porque no se podía bloquear su puerta, la acusada no tenía marcas ni moratones en su cuerpo y la fuerza que ejerció sobre el cuchillo para que entrara ocho centímetros en el cuello de la víctima fue elevada.