Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen de Alcàsser, ha salido de la prisión de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real, a las 17.39 horas.
Ricart, con la cabeza cubierta con un pasamontañas y vestido con una sudadera blanca, ha abandonado en un taxi el presidio, donde nadie le esperaba en la puerta, salvo un nutrido grupo de periodistas.
Se ha negado a responder a las preguntas de los informadores, a quienes ha intentado esquivar, y ha sido acompañado por la Guardia Civil hasta el taxi que desde minutos antes le esperaba en la puerta.
Tras casi 21 años de reclusión, Ricart ha salido de la cárcel en la que ha cumplido su condena después de que la Audiencia de Valencia haya declarado cumplidas sus penas y haya acordado su inmediata puesta en libertad.
Fue detenido en enero de 1993 y condenado a 170 años de prisión por el secuestro, violación y asesinato de Míriam, Toñi y Desirée, las tres niñas de Alcàsser (Valencia), que fueron encontradas en una casa abandonada del paraje de La Romana.
Ricart, que se desdijo en el juicio de su primera inculpación en unos hechos por los que aún se busca a su amigo Antonio Anglés, ha defendido en la cárcel la versión de que él no mato a las niñas, según han contado algunos de sus excompañeros en los últimos días a los periodistas que hacían guardia en la puerta de la cárcel.
Según contó a esos reclusos, Anglés le ofreció 500.000 pesetas por enterrar unas bolsas y que sólo en el momento de enterrarlas se dio cuenta de que eran los cuerpos de las chicas.
La Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, ha asegurado que aprovechará «cualquier resquicio» para recurrir la decisión de la Audiencia de Valencia.
La excarcelación de Ricart de Hererra de La Mancha se produce en la misma semana en la que, también como consecuencia de la anulación de la doctrina Parot, han salido de esa cárcel Juan Manuel Valentín Tejero, asesino de Olga Sangrador, y Emilio Muñoz Guadix, uno de los autores de la muerte de Anabel Segura.