Finalmente, tras dos suspensiones previas, el juicio contra el exedil de Festes i Juventut de Sant Antoni José Antonio Costa Rodríguez Llampat y otras dos personas por la presunta comisión de un delito contra el derecho de los trabajadores en concurso con otro de lesiones por imprudencia grave se pudo celebrar ayer en su mayor parte, si bien al final tuvo que ser suspendido porque un inspector de Trabajo que debía declarar desde Mallorca a través de videoconferencia faltó a la cita. El juicio se reanudará el próximo viernes.
En cualquier caso, ayer se pudieron escuchar las versiones de los tres acusados, para quien el ministerio público reclama una pena de tres años de prisión para cada uno de ellos, y la de la limpiadora de barcos que sufrió el accidente laboral. Además de Llampat, que era jefe de taller en la empresa Tagomago Service Center cuando se produjo el accidente laboral, en 2007, también se sentaron en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2 la administradora de la compañía, una mujer de nacionalidad británica, y otra trabajadora que en aquel momento hacía de administrativo.
Los tres declararon que no eran ellos los responsables de hacer cumplir a las limpiadoras de barcos (al parecer todas ellas eran mujeres) el Plan de Riesgos Laborales. La administradora dijo que era responsabilidad de los otros dos acusados y estos señalaron como responsables de este área a la administradora y a su hermano, ambos propietarios de la empresa. El caso es que en el contrato que Tagomago Service Center firmó con la empresa que se encargó de elaborar el Plan de Riesgos Laborales se indicaba el nombre de la británica, pero después había sido tachado e incluido en su lugar el del exedil. Tanto Llampat como la administradora dijeron que no sabían quién había hecho esa modificación. Sí corroboró el exconcejal su declaración del año 2009, donde señaló que sí comunicaba a las limpiadoras que usaran arnés cuando se subieran a alturas para limpiar barcos.