La abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, los padres de la niña hallada muerta el 22 de septiembre en Teo, municipio próximo a Compostela, pactaron declararse inocentes mutuamente en cada comparecencia ante el juez.
El contenido de una conversación grabada en la comandancia de la Guardia Civil en A Coruña el 27 de septiembre, antes de su declaración frente al instructor José Antonio Vázquez Taín, revela que él, que llama a ella «mi vida», «cariño» y «guapa», le pide a su otrora pareja que no caiga en contradicciones porque «cualquier fisura juega en nuestra contra».
El apercibimiento que le hace, según publica hoy el periódico La Voz de Galicia, es el siguiente: «Yo sigo manteniendo que tú eres inocente y tú tienes que seguir manteniendo que yo soy inocente. Yo estoy convencido al cien por cien de que eres inocente y tú tienes que estar convencida de que soy inocente al cien por cien. ¿Me sigues?».
En el acceso a los calabozos del cuartel de Lonzas finaliza esta conversación, pero antes Basterra aconseja a Porto que sea «coherente», a lo que la mujer responde «¿perdón?» y él, que no abandona el tono imperativo en ningún momento, replica: «No dejes ni la más mínima duda, no le des ninguna duda en tus declaraciones, porque eso juega tanto en tu contra como en la mía».
Para la despedida, Basterra se reserva un «te quiero mi vida, adiós. Tranquila, sé firme, sé coherente cariño», mientras que Porto cierra el diálogo con un sucinto «gracias».
Asunta Basterra Porto, una menor de 12 años a la que adoptaron cuando todavía no había cumplido uno, fue localizada por dos viandantes en una pista forestal en la madrugada del 22 de septiembre después de haber sido sedada y asfixiada.
Los investigadores desde el primer momento sospecharon de sus progenitores, encarcelados desde el 27 de ese mes en el penal coruñés de Teixeiro en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza y acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato.