G.J.P.A, un hombre de 66 años de edad, ha sido condenado a una pena de seis meses de prisión y al pago de una multa de 2.190 euros por modificar sin ningún tipo de licencia una caseta varadero en Port Roig, Sant Josep.
Según recoge la sentencia dictada por Martina Rodríguez, magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, en febrero y marzo de 2007 el condenado transformó la construcción original de madera y techo de uralita por hormigón y piedras, tanto en su vertiente externa como interna, y se construyó una terraza de al menos cinco metros cuadrados.
Así, G.J.P.A. realizó un habitáculo que nada tenía que ver con el original. Por ello, la jueza Martina Rodríguez considera probado que la obra constituye legalmente un delito contra la ordenación del territorio que según el artículo 319,1 del Código Penal «castiga a los promotores, constructores y técnicos directores que lleven a cabo una construcción no autorizada en suelos destinados a viales, zonas verdes, bienes de dominio público o lugares reconocidos por su valor paisajístico, ecológico, artístico, histórico o cultural».