Treinta y cinco personas han perdido la vida en los 28 accidentes mortales registrados en las carreteras españolas durante esta Semana Santa, más trágica que la del año pasado, cuando fallecieron 26 personas, según ha informado la Dirección General de Tráfico (DGT).
Aun así, y a falta del cierre de la operación a las doce de esta noche, la cifra de fallecidos es inferior a los 45 muertos de media del último quinquenio.
Esta subida de la siniestralidad respecto a la Semana Santa de 2013 ha encendido las alarmas en las asociaciones de víctimas de tráfico, entre ellas DIA, cuyo presidente, Francisco Canes, ha calificado de «muy grave» el balance y ha reclamado mayor vigilancia y más inversión para la mejora de las carreteras, cuyo «mal estado es patente», ha dicho.
Adaptar la conducción a las circunstancias de la vía y «anteponer la prudencia a la temeridad» son algunos consejos que ha ofrecido Canes, quien ha insistido en la necesidad de mejorar la «deficiente» señalización de las carreteras y el firme de las vías y de instalar guardarraíles en muchas secundarias.
Desde las tres de la tarde del viernes 11 de abril, cuando se puso en marcha la primera fase de la operación especial de Semana Santa, y hasta las 20.00 horas de hoy, han fallecido 35 personas y otras 23 han resultado heridas de diversa consideración.
La jornada más trágica fue la del sábado día 12, cuando murieron en accidentes de circulación ocho personas y otras cuatro resultaron heridas en seis siniestros.
Al día siguiente fallecieron seis personas en cinco accidentes, en tanto que la tercera jornada más trágica fue ayer, con cinco muertos en cuatro siniestros.
El buen tiempo de la Semana Santa ha contribuido a un aumento del número de desplazamientos previstos. A falta del cierre de la operación, todo parece indicar que se ha seguido la tendencia de la primera fase -del 11 al 13 de abril-, cuando el número de movimientos creció un 11 por ciento sobre los que en principio se había estimado.
Buena prueba de ello son los interminables atascos que han sufrido los conductores, sobre todo aquellos que ayer se dirigían a Madrid desde Andalucía (llegó a haber hasta 50 kilómetros de retenciones en la provincia de Jaén) y la Comunidad Valenciana.
Hoy es festivo en siete comunidades -Baleares, Castilla-la Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, el País Vasco y La Rioja- y día no lectivo en la mayoría de los territorios, por lo que muchos conductores han decidido retornar hoy a sus hogares en una jornada que ha complicado en algunos puntos la lluvia.
A las ocho de la tarde la circulación todavía era complicada en muchos puntos de la red viaria, como en Cantabria, donde había 23 kilómetros de atasco en la A-8 entre Islares y Gama en sentido Bilbao y tres en Torrelavega.
La A-4 ha sufrido durante el día importantes retenciones en la provincia de Jaén, sobre todo entre La Carolina y Santa Elena, aunque a última hora de la tarde había mejorado ese tramo y las complicaciones de registraban en Almuradiel (Ciudad Real).
Otras de las vías más conflictivas esta tarde eran la A-7 en Murcia, con 13 kilómetros de circulación muy lenta en sentido Alicante, y la A-30 con cinco en sentido Albacete.
Acceder a Valencia también resultaba difícil para los conductores, especialmente a la altura de Requena y Riba-Roja de Turia por la A-3 y en Tavara en la N-332.
Igualmente, entrar en Barcelona también requería la paciencia de los conductores, ya que a las ocho de la tarde todavía había 14 kilómetros de retención en la AP-7 en Villafranca del Penedés y 10 en El Bruc en la A-2. Esta misma vía en Tarrega (Lleida) tenía circulación muy lenta, al igual que la N-340 en El Vendrell (Tarragona).
En Madrid las principales complicaciones se producían en la A-3 en Rivas-Vaciamadrid, pero en sentido salida; en la A-6 entre Majadahonda y El Plantío en ambos sentidos; y en la A-42 en Fuenlabrada y en la A-4 en el acceso a la M-30 por Méndez Álvaro por sendos accidentes.