Miguel Carcaño, condenado a 21 años y tres meses de cárcel por el asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo, ha remitido una carta al juez que mantiene abierta una pieza separada sobre la búsqueda del cuerpo en la que expresa su «voluntad» de no participar en «nuevas» diligencias relacionadas con la búsqueda, que actualmente se está llevando a cabo en una escombrera ubicada entre Camas y Sevilla.
Por medio de una providencia, el juez de Instrucción número 4 de Sevilla acuerda poner en conocimiento de la Policía la carta remitida por Miguel Carcaño desde la cárcel de Sevilla-I, donde estuvo interno hasta el pasado viernes, cuando fue mandado de vuelta a Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
Según dicha misiva, «es voluntad de Miguel Carcaño no participar en nuevas diligencias» de la búsqueda, «sea cual sea su naturaleza, o ser excarcelado» para este fin.
El pasado viernes, después de enviar esta carta, el asesino confeso fue trasladado de vuelta a la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) desde Sevilla-I, donde estaba ingresado desde el 13 de marzo coincidiendo con la nueva búsqueda del cuerpo de la joven por parte de la Policía en una escombrera ubicada entre Camas y Sevilla.
Durante su estancia en Sevilla-I, fue excarcelado en varias ocasiones y trasladado a la zona de la búsqueda, que se inició después de que la Policía Nacional recibiese los resultados del 'test de la verdad' al que fue sometido el asesino confeso en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Mientras tanto, la Policía prosigue con la búsqueda del cuerpo en la escombrera ubicada junto a la pasarela del río Guadalquivir, entre la localidad de Camas y Sevilla, donde ya ha analizado más del 75 por ciento de la parcela de 1.500 metros cuadrados sobre la que se realizan las pesquisas, han indicado fuentes policiales.
En el marco de esta búsqueda, la Policía halló en la zona hace tres semanas restos óseos que hicieron crecer en la familia la esperanza de que correspondieran a Marta, aunque finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) confirmó que no eran los de la joven, ya que, según determinaron los forenses desplazados hasta la zona, la antigüedad de los huesos hallados «hace que sean incompatibles con los de la joven desaparecida».
En un comunicado de prensa, el Alto Tribunal andaluz explicó que, «en un primer análisis», los forenses desplazados a la zona «confirmaron que los restos óseos» hallados por la Policía «son humanos», aunque su antigüedad «hace que sean incompatibles» con los de la joven sevillana desaparecida en enero de 2009.