«El comportamiento de la Guardia Civil ha de ser siempre ejemplar y cuando se detecta una desviación hay que corregirla», sentenció ayer el director insular de la Administración General del Estado en Eivissa y Formentera, Rafael García Vila, en relación al caso del agente de la Guardia Civil del puesto de Sant Antoni que ha sido detenido por la presunta comisión de un delito de lesiones.
García Vila condenó el comportamiento de este guardia, que fue arrestado por los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa después de que en la noche del 3 al 4 de este mes, cuando se encontraba fuera de servicio, se viera inmerso en una pelea en la que él mismo sufrió lesiones de gravedad.
Ocurrió de madrugada en las inmediaciones del bar Casanova de Sant Antoni. Allí se produjo una trifulca que derivó en una pelea. En un principio, la Guardia Civil detuvo a un hombre que se peleó con el agente.