La Audiencia de Girona ha condenado a 13 años y seis meses de prisión a un hombre como autor de un delito continuado de agresión sexual, por haber violado a su hija de forma reiterada entre 1978 y 1994, además de dejarla embarazada en cuatro ocasiones.
La sentencia también ha establecido que el padre, Manuel M., tiene que indemnizar en 90.000 euros a su hija como responsabilidad civil, destacando que el hombre ejercía frecuentemente «violencia física» contra su familia, utilizando a veces un cuchillo y una escopeta de caza.
Según la resolución, el hombre empezó a violar a su hija cuando tenía seis años y se introducía por la noche a su cama para satisfacer deseos sexuales, «restregándole el pene entre las piernas hasta eyacular».
También se ha concluido que el hombre había amenazado a su hija con matarla a ella, a sus hermanos y a su madre si contaba lo que sucedía, además de coaccionarla cuando la niña le pedía que no se restregara sobre ella.
Cuando la hija tenía nueve años, Manuel. M. empezó a penetrarla dos o tres veces semanales, según la sentencia, imponiendo el temor sobre la chica con su conducta agresiva hacia ella y el resto de la familia.
La hija quedó embarazada de su padre por primera vez cuando tenía 15 años y el hombre le facilitó el aborto en una clínica de Barcelona; lo mismo que sucedió un año más tarde, porque la joven volvió a quedar embarazada y abortó de nuevo.
Hijo con minusvalía
La resolución de la Audiencia de Girona ha determinado que al cumplir 18 años, la chica quedó embarazada de su padre y, a pesar de las amenazas de éste, no quiso abortar, dando a luz, en 1990, a una niña con una afectación de minusvalía psíquica del 80%.
Sin embargo, el padre continuó con las agresiones sexuales porque un año después volvió a dejar embarazada su hija, que entonces abortó, prosiguiendo con este calvario hasta 1994, cuando la joven y su familia se trasladaron a Alemania para escapar de su padre.