Cuatro bomberos del Consell d'Eivissa, entre ellos dos especialistas pertenecientes al Grupo de Rescate Vertical (GRV) lograron ayer por la mañana sacar con vida a la perra de un cazador que había caído en un pozo muy profundo en cuya superficie que estaba cubierto. El pozo, de nada menos que 30 metros de profundidad, mantenía como un metro y medio o dos de agua, lo que salvó la vida al animal, que aguantó nadando hasta que llegó su rescatador, y de esta forma se evitó que se golpeara con fuerza contra el fondo de la estructura a raíz de la caída.
El grave peligro que supone este pozo, situado en las inmediaciones de la finca Ca Na Reala, en las afueras del casco urbano de Sant Josep, ha motivado que los bomberos adviertan al Ayuntamiento de que es necesario tomar medidas.
El accidente se produjo por la mañana, cuando varios cazadores se encontraban en esta zona en la que durante este fin de semana se va a celebrar un campeonato de caza y habían acudido con el fin de reconocer el terreno. En este caso se trata de un cazador de Santa Eulària que acudió a esta zona de Sant Josep para preparar la actividad del fin de semana.
Un pequeño muro
Un pequeño murete no evitó que los cazadores advirtieran la presencia del pozo, pero la perra, una setter inglesa llamada Bath, no lo vio y se fue hasta el fondo. Su dueño rápidamente avisó a los bomberos, que llegaron a la finca a toda velocidad y comenzaron con las labores de rescate. Uno de los especialistas del Grupo de Rescate Vertical se puso el arnés y bajó hasta el lugar donde se encontraba el perro, al que colocó otro arnés y lo elevó hasta la superficie. Un final feliz al que sólo le falta como colofón que las autoridades municipales se encarguen de que el pozo quede tapado para que nadie más pueda caer dentro.