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Prisión por romper la mandíbula a un bañista que tiró una botella al suelo

| Eivissa/Palma |

La Audiencia Provincial confirmó ayer la condena de un año y medio de cárcel para un hombre que trabajaba como hamaquero en Platja d’en Bossa. El acusado partió la mandíbula a un bañista que dejó tirada una botella en la arena de la playa.

Los hechos ocurrieron el 5 de septiembre de 2011 sobre las 19,00 horas. Al parecer, el acusado se acercó a un hombre que paseaba por la arena y que había cogido una botella del suelo para comprobar su marca y la volvió a dejar en el mismo sitio donde la había encontrado en vez de tirarla a la basura. El hamaquero recriminó este comportamiento al turista. Al parecer, éste no reaccionó especialmente bien al reproche del hamaquero e intentó tirar la botella a una papelera cercana de mala gana a ver si la encestaba, pero éste falló el lanzamiento, un hecho que hizo estallar al acusado que se lanzó contra el bañista y le propinó un puñetazo en plena cara.

El golpe tiró al bañista al suelo, que reaccionó en seguida e intentó escaparse, pero el hamaquero fue más rápido que él y lo alcanzó, tras lo cual le dio otros dos golpes en la cara provocándole un traumatismo facial.

La víctima del ataque, que en el momento de los hechos tenía 25 años de edad, sufrió una fractura en la mandíbula y necesitó cirugía para recuperarse de la rotura ósea. Sin embrago, y a pesar de la operación, la víctima todavía sufre secuelas a raíz de los golpes recibidos, los daños sufridos en el rostro le impiden cerrar la boca correctamente.

Con esta resolución lo que hace la Audiencia Provincial es ratificar una resolución ya dictada por un juzgado de Eivissa ya que el acusado ya había sido condenado a un año y medio de cárcel. Sin embrago, éste recurrió la resolución ante la Audiencia Provincial. Parte de su defensa se basaba en que el bañista al que golpeó llevaba una importante borrachera y que se cayó al suelo tras un simple empujón. Sin embargo la versión de los sanitarios que asistieron al turista tras recibir los golpes explicaron que el sujeto estaba «normal», versión que desmonta la defensa del hamaquero.

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