Un bebé chino ha muerto debido a graves daños en la cabeza después que las enfermeras que trasladaban a su madre al paritorio no se percatasen de que ya había dado a luz y que estaban arrastrando al niño por el suelo.
Según publica el tabloide británico Daily Mail, la madre del bebé, que estaba sólo de siete meses, se encontraba en el trabajo cuando rompió aguas. En el parto, el médico decidió que Shang necesitaba una cesárea y por eso la colocaron en una silla de ruedas para llevarla a la sala de cirugía.
Un portavoz del hospital dexplicó que el bebé estuvo en cuidados intensivos, pero murió poco después de los hematomas intracraneales, y la ruptura de un vaso sanguíneo entre el cráneo y el cerebro.
«El médico que sugirió hacer una cesárea ha sido suspendido ya que era inexperto y debería haber consultado a un médico de alto nivel», han informado desde el hospital, que también ha sancionado a las enfermeras que trasladaron a la madre. «Las enfermeras que trasladaban a la madre han sido sancionadas, ya que no la deberían haber movido en una silla de ruedas».
La familia ahora está pendando en demandar al hospital. El padre del bebé declaró que «es el día más traumático de nuestras vidas».