Un turista holandés aceptó de conformidad una condena de dos años de prisión por provocar un accidente que acabó con la muerte de un hombre de 71 años de edad, vecino de Sant Antoni. Además entre la compañía de seguros del vehículo y el acusado se han pagado un total de 120.914 euros a la familia del fallecido.
El accidente se produjo el 26 de junio de 2011 a las 20,40 horas cerca del radar de la autovía de Sant Antoni. El acusado, E.K., de 42 años, reconoció justo después de ser detenido que ese día, como estaban de vacaciones en la isla, habían compartido un par de jarras de sangría para cinco amigos. E.K. conducía un Citröen C4 alquilado e iba acompañado de tres personas. Tras el accidente todos los ocupantes del coche alquilado resultaron ilesos. Según parece, y quizás debido al alcohol ingerido, E.K. perdió el control del vehículo, se desvió progresivamente hacia la derecha y se llevó por delante un Ford Fiesta que se iba a incorporar a un camino forestal. El impacto fue muy fuerte y el coche conducido por el ibicenco se estampó contra un muro. A pesar de los intentos de los sanitarios, el único ocupante del vehículo falleció en el hospital poco después. Mientras tanto, la Guardia Civil de Tráfico sometió a un control de alcoholemia a E.K., con resultado positivo de 0,69 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera prueba y 0,64 en la segunda. La Benemérita se lo llevó detenido y estuvo un mes y una semana en prisión provisional, hasta que pagó una fianza de 25.000 euros. En sus declaraciones el acusado se mostró muy afectado por lo ocurrido y ayer llegó rápidamente a un acuerdo con la acusación.