La Comandancia de la Guardia Civil de Balears ha enviado a Eivissa un radar móvil del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), que, de esta manera, se suma al radar fijo que vigila de manera constante desde hace años desde su ubicación en el municipio de Sant Josep.
Aunque la función fundamental de los radares del SIVE, que están instalados en puntos estratégicos de las costas españolas, es la de vigilar la llegada de inmigrantes indocumentados, en el caso de Eivissa tienen una mayor utilidad en el caso de la posible llegada de lanchas de narcotraficantes.
Sólo una vez
De hecho, sólo hay constancia de que en una única ocasión haya llegado a la isla una patera con inmigrantes ‘ilegales'. Sin embargo, en numerosas ocasiones se han detectado lanchas rápidas cargadas con droga, tanto hachís como cocaína. Está previsto que este radar móvil del SIVE, que ayer vigilaba por la zona de acantilados de Cap Martinet, permanezca unos meses en la isla. Al parecer, esta unidad móvil ha operado en Eivissa en otras ocasiones.
Este tipo de radar es capaz de detectar a 30 millas de distancia embarcaciones de al menos diez metros de eslora cuando se aproximan al litoral.
Cuanta con visión nocturna y diurna y permite identificar el tipo de embarcación, el número de tripulantes, así como interceptar los presuntos delincuentes o auxiliar los inmigrantes si se diera el caso.
Además del radar fijo de Eivissa, en Menorca hay otro, mientras que Mallorca cuenta con cuatro fijos y varios móviles.