Tras 15 días sin saber nada del vecino del tercero, los inquilinos del edificio de la calle Extremadura, número 34, de Vila, preocupados por la desaparición del hombre, llamaron a emergencias para transmitirles su preocupación. «Era un hombre mayor muy reservado que bajaba a hacer la compra pero nunca se dejaba ayudar a pesar de lo encorvado que iba», comentó uno de los vecinos. Al dar la alarma a emergencias éstos contactaron con la Guardia Civil que al mismo tiempo llamaron al Cuerpo de Bomberos de Eivissa para que acudieran a abrir la puerta, pues ya eran varios los días que tocaban al timbre del tercer piso sin respuesta alguna.
Así, efectivamente los bomberos acudieron ayer sobre las 19,30 horas a abrir la puerta y su sorpresa fue al traspasar el umbral y encontrarse al hombre, de edad avanzada, ya fallecido. En el lugar se personó un coche de la Policía Nacional de Eivissa y la furgoneta de Pompas Fúnebres que, sobre las 21,00 horas, ya daba traslado al cadáver. El hombre, ya mayor, llevaba unos dos o tres años viviendo solo tras el fallecimiento de su mujer y, según comentaron los vecinos, no tenía familiares en la isla, sólo uno en la Península.