Sergio Morate, el principal sospechoso del asesinato de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, las chicas cuyos cuerpos fueron encontrados este miércoles en Cuenca, ha sido detenido este jueves en Rumanía, según ha informado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
El sospechoso, que no ha ofrecido resistencia, iba acompañado por dos ciudadanos rumanos que también han sido arrestados en la localidad de Lugoj, en la región de Timisoara.
Morate llevaba desaparecido desde el pasado jueves 6 de agosto, el mismo día en que fueron vistas por última vez las dos jóvenes, de 24 y 26 años, que fueron a casa del presunto asesino a recoger las cosas que Marina, exnovia de Sergio, había dejado en ella.
Según el Ministerio del Interior, Morate salió de España en coche a través del puesto fronterizo de Portbou, en Girona.
El juez de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cuenca había dictado una orden europea de búsqueda de Morate y se habían implicado la Europol y la Interpol.
El ministro del Interior ha agradecido la colaboración de la Policía rumana y ha asegurado que las autoridades españolas trabajan para que el detenido sea entregado «lo antes posible».
La detención de Morate se ha producido menos de 24 horas después del hallazgo de los cadáveres de sus víctimas, encontrados ayer por un ciclista en el río Huécar, en las proximidades de Cuenca, con restos de cal y quemaduras.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que Sergio Morate había planificado con antelación y de forma exhaustiva el crimen, que pudo cometer el mismo día en que desaparecieron las jóvenes, el pasado jueves.
Así lo aseguran a Efe fuentes de la investigación, que han señalado que son muchos los indicios que apuntan en esa dirección, entre ellos el hecho de que Morate, exnovio de Marina, tuviera cal en su casa, algo que no es habitual.
Todo lo tenía «bien pensado y estudiado», han añadido las fuentes, incluida la huida a Rumanía, adonde pudo viajar en su propio coche.
Otro detalle que demuestra que el supuesto asesinato de las chicas no fue producto de un momento de enajenación es que Morate no ha utilizado, desde la fecha de la desaparición de Marina y Laura y de la de él mismo, ningún teléfono móvil ni tarjeta de crédito o débito.
Es decir, el principal sospechoso no ha querido dejar pistas ni rastros para dificultar el trabajo policial.
Los investigadores ya han tomado declaración a un amigo de Morate que se encuentra en prisión y que mantuvo una relación sentimental con una de las jóvenes fallecidas.
Morate también estuvo en la cárcel, y sus padres, que tienen un negocio en Cuenca, conscientes de sus antecedentes, le estaban vigilando e intentaban su reinserción y rehabilitación.
Tras el hallazgo de los cadáveres, la familia de Sergio Morate ha escrito un texto en el que le decían que no solo había asesinado a las jóvenes, sino también a su propia familia, y mostraban su confianza en que lo localizasen y encerrasen para que su «mente perturbada» pudiera recuperarse y ser consciente de lo que había hecho.
«No sabemos qué diablo o terrible demencia se apoderó de ti, pero debes ser consciente que no sólo asesinaste a esas niñas: has matado a su familia y a la que fue tuya, no existe excusa ni perdón para una atrocidad así», ha escrito la familia al joven.