El acusado del homicidio de Karina Rosales, una mujer que murió degollada en Eivissa en mayo de 2012, ha negado haberla matado durante su declaración en el juicio ante un tribunal del jurado que ha empezado este lunes en la Audiencia de Palma: «Esto es una barbaridad que yo soy incapaz de hacer», ha asegurado.
El hombre, policía local de Sant Josep, ha relatado ante el jurado que tenía a la mujer acogida en su vivienda desde hacía un mes mientras ella buscaba otro lugar donde vivir, que tenían una «amistad especial» y habían mantenido relaciones íntimas.
Ha asegurado que el día que ella fue asesinada, la acompañó en su furgoneta a hacer varias diligencias en Sant Antoni y posteriormente la llevó a un bar de Eivissa donde ella había quedado con unos amigos y se despidieron hasta el domingo.
El fiscal, que pide una condena de 12 años de prisión, cree que el hombre es el responsable de la muerte de Karina, que la llevó a una casa en ruinas apartada, la golpeó con piedras en la cabeza y posteriormente la degolló y tapó su cuerpo con un tablón. Ha asegurado que sus explicaciones sobre lo ocurrido ese día «no cuadran en absoluto».
El acusador público, que es el fiscal que estaba de guardia el día que se tomó declaración al acusado cuando fue detenido, ha explicado al jurado que entonces ya tuvo «el convencimiento de que era la persona autora de la muerte» de la mujer y que a medida que avanzó la investigación se reafirmó aún más en su convicción de que el hombre mintió al negarlo.
Por su parte, la abogada defensora del hombre ha destacado ante el tribunal que él ha mantenido su inocencia desde un primer momento y que las cámaras de seguridad de diferentes locales demuestran que hizo el recorrido con la furgoneta que él relata.