Un DJ británico que trabaja en Eivissa denunció la agresión sufrida el pasado 20 de septiembre cuando llegaba a su apartamento en el edificio Palmera de Sant Antoni de Portmany.
La agresión, captada por las cámaras de seguridad localizadas en la entrada del edificio, tuvo ayer un gran eco mediático en el Reino Unido tras su difusión en medios como el Mirror o el Daily Star.
La grabación dura unos 20 minutos y en ella se puede ver como un hombre se abalanza sobre Kenny Mc Sween, lo inmoviliza y después empieza a golpearlo por todo el cuerpo.
En un momento de la grabación se observa una mujer que primero pasa sin prestar mucha atención y, posteriormente, vuelve sobre sus pasos y recoge algunas de las pertenencias del agredido.
La agresión se produjo en torno a las 7 de la mañana del 20 de septiembre. Ayer, la víctima, un DJ de 38 años, colgó las imágenes en su perfil de Facebook y diversos enlaces con los medios de comunicación que habían publicado la noticia.
Fuentes de la Guardia Civil apuntaron que el año pasado ya se denunció una agresión a un DJ que trabajaba en la isla.
Kenny McSween apuntó que sufrió heridas en diferentes partes del cuerpo, especialmente en la cara. En otra de la imágenes aportadas muestra cómo le quedó el ojo izquierdo y también la cura de un mordisco.
Según indican los medios británicos como el Daily Star, el DJ quedó en estado de shock por la brutal agresión
Kenny McSween explicó a los medios británicos que no sabe el porqué de la brutal agresión y añade que la policía le esposó a él.
Además de los golpes reiterados, McSween recibió un mordisco por parte de su agresor. En este sentido, apuntó que se sintió como si hubiese estado 12 rounds con Mike Tyson.
Añadió que la policía le explicó posteriormente que le habían confundido con un intruso.
Fruto de los golpes, la cara de McSween «se hinchó como un globo y estaba goteando sangre por donde me mordió. Gruñía como un animal salvaje», aseguró McSween.
El USA News Today también se hizo eco de las declaraciones del DJ, que insistió en que su atacante «fue mucho más allá de cualquier uso razonable de la fuerza» para detenerle.
«Una vez que empezó a pegarme no se detuvo hasta que llegó la policía», apuntó Kenny McSween, quien ayer colgó el vídeo en su perfil de Facebook.