Gayle Newland, de Willaston (Cheshire), en el noroeste de Inglaterra, conoció en 2011 a una chica por Facebook. Durante el primer momento se hizo pasar por un hombre con una identidad y un perfil totalmente falso, según cuenta The Telegraph. Después de hablar varias veces por la red social, comenzaron a hablar por teléfono y a entablar una relación de amistad.
Dos años después de conocerse, quedaron para verse por primera vez. Newland insistió en que la otra mujer, que no puede ser identificada por razones legales, se vendara los ojos para el encuentro.
La pareja mantuvo a partir de ese momento una relación más estrecha, hasta el punto de tener varias relaciones sexuales. La británica usó para ello una prótesis de pene. Su amante siempre llevaba los ojos vendados, hasta que un día, cansada de la situación, se quitó la venda y se dio cuenta del engaño. Entonces denunció a su por entonces pareja.
Juicio
Durante el jucio, Newland aseguró que su amiga sabía en todo momento que ella era una mujer. Aunque la víctima lo niega tajantemente.
El juez definió a la acusada de «obsesiva, altamente manipuladora, mentirosa e intrigante» y sentenció a ocho años de prisión debido al «efecto devastador» que el engaño tuvo sobre la víctima.