Los cuatro inspectores del Consejo General del Poder Judicial que durante las últimas 48 horas han examinado el funcionamiento del Juzgado de Violencia sobre la Mujer han mantenido entrevistas personales con los funcionarios y han revisado asuntos con el objetivo de identificar los "defectos" advertidos en este órgano judicial.
Por segundo día, la delegación de inspectores llegó a primera hora de la mañana a los juzgados de Isidor Macabich.
Los inspectores siguieron recabando información sobre el funcionamiento del órgano sometido a una inspección extraordinaria tras las alertas dadas en los últimos meses.
Según informaron fuentes judiciales, en estos casos los inspectores se entrevistan personalmente con cada uno de los funcionarios y también llevan a cabo un control de asuntos elegidos de forma aleatoria.
Así, los inspectores estarían sondeando qué tipo de y qué número de asuntos lleva cada funcionario para determinar si se ha estado produciendo un exceso de carga de trabajo o detectar el porqué de las sucesivas bajas registradas en el juzgado inspeccionado.
El delegado de Justicia del sindicato CSIF, Sabino Aramburu, manifestó que el Ministerio de Justicia ha reaccionado "muy tarde y ahora habrá que esperar a ver los resultados"
Los problemas en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer se acrecentaron con las bajas (llegaron a estar 6 de los 8 funcionarios) y la alerta definitiva saltó con el caso de Sara Calleja. En este sentido, Aramburu dijo que el caso de la mujer leonesa fue definitivo "pero seguro que el Ministerio ya conocía los problemas".