Varias decenas de cabras y ovejas muertas en cuestión de dos meses, víctimas del ataque de perros. Es el resultado que deja una secuencia de ataques sufrido por el ganado de diversas fincas localizadas a las afueras de Sant Rafel.
Los propietarios del ganado denuncian unos hechos que se repiten en el tiempo y hacen un llamamiento a la concienciación de los propietarios de los perros.
Juan Antonio Marí, vecino de Sant Rafel, es uno de los afectados por estos ataques. Su finca está vallada pero aún así los perros accedieron a la finca y acabaron con cuatro cabras y dejaron malheridas otras dos.
«Es una lástima que pasen cosas como estas. Por un lado está el valor sentimental. Son tus animales y da mucha rabia verlos así», señaló al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA Marí, quien explicó que encontró a cuatro cabras muertas por los mordiscos. «Lo más dramático es que no es para alimentarse sino que es matar por matar», apuntó.
Marí también subrayó el valor medioambiental y cultural que tienen las cabras. «Son muy importantes para limpiar los campos y en muchos casos arraigan a los payeses. Sin estos animales lo más probable es el que el campo y las zonas boscosas estuviesen abandonados y ello deriva en más maleza y suciedad, y un mayor riesgo de incendios», señaló Juan Antonio Marí, quien hizo hincapié en que «si queremos que la isla siga siendo un paraíso hay que cuidar y proteger todos los detalles».
Cas Ferrer y Can Rafal Puget son dos de las fincas escenario de la brutalidad de los perros.
Marí y otros vecinos de la zona hicieron un llamamiento a la concienciación ya que entienden que los perros que han protagonizado estos ataques no son animales salvajes, sino que tienen dueño.
A los dueños de los perros piden que tomen medidas para controlar a sus animales y también solicitan que aquél que vea uno de estos ataques alerte de los hechos a la Guardia Civil.
Por su parte, Juanito ‘Cama', apuntó que en su casa los perros se cebaron con las ovejas, matando a trece animales. «El panorama que nos encontramos era desolador», lamentó.
Una escena que en las últimas semanas han tenido que presenciar otros cuatro vecinos de las fincas colindantes a la suya.
Unos y otros sospechan de cuatro perros que deambulan por la zona pero «que están cuidados e incluso llevan collar».
Otros casos en la isla
Natalia Ribas, veterinaria de la Agrupació de Defensa Sanitària, apuntó que lo que está sucediendo en Sant Rafel «no es normal. Es algo exagerado».
En este sentido, Ribas apuntó que el año pasado hubo un episodio de ataques a ganado entre Sant Joan y Sant Miquel «pero nada comparado con lo que estamos viendo desde diciembre en Sant Rafel». En el caso de Sant Joan los ataques se producían por las noches y tras realizar diversas averiguaciones descubrieron que se trataba de perros salvajes.