Un médico marroquí está siendo juzgado por haber expedido un certificado de virginidad a una mujer embarazada, con el fin de camuflar su violación por parte de un hombre rico en la región de Kenitra, al norte de Rabat.
Según cuenta el diario Al Massae, los hechos juzgados remontan a siete años atrás, e implican en el delito de fabricación de pruebas falsas no solo al médico, sino también a dos «adules» (funcionarios judiciales).
La mujer denunció por violación a su patrón, pero éste negó los hechos y, para refutarlos, «compró» a un médico que expidió un falso certificado de virginidad aun cuando la mujer estaba embarazada.
El plan del patrón pasaba por casar a la mujer a toda prisa con otro de sus empleados, pero la mujer se negó a aceptar el matrimonio; como resultado, su niño nació sin padre reconocido y aun hoy, seis años después, no ha podido ser inscrito en el Registro Civil y en consecuencia no puede tampoco ir a la escuela, según el diario.
El denunciado, padre de dos alcaldes regionales, pertenece a una familia muy influyente en esta región agrícola, aunque el diario no identifica su nombre ni su residencia.
El diario asegura que la denunciante ha logrado que se hagan a su hijo pruebas de ADN que demuestran la paternidad de su ex patrón, pero por alguna razón el asunto se ha eternizado en los pasillos judiciales durante seis años.