El niño de 13 años que ha sido agredido por su padre con un arma blanca después de que éste supuestamente matara a su madre y también hiriera a su hermana, de 11 años, permanece hospitalizado «en estado grave», han informado fuentes de la Delegación del Gobierno.
El supuesto autor de las agresiones, que ha sido detenido por la Guardia Civil tras llamar al teléfono 112 de Emergencias para confesar el crimen, «no tiene antecedentes», según las fuentes.
El suceso se ha producido este miércoles minutos antes de las ocho de la mañana en una vivienda de la calle de la Ilustración del municipio castellonense de Benicàssim cuando el hombre, de 40 años y nacionalidad española, ha agredido mortalmente con un arma blanca a su pareja, de 43 y originaria de Hungría.
El supuesto agresor también ha causado varias heridas de arma blanca a sus dos hijos menores, una niña de 11 años y un niño de 13, a este último de gravedad.
Los menores han sido atendidos en el lugar por dos SAMU y un Soporte Vital Básico con médicos del centro de salud y posteriormente han sido trasladados a un centro hospitalario de la provincia de Castellón.
Tras cometer las agresiones, el hombre ha comunicado el hecho al teléfono 112 de Emergencias y ha sido detenido por la Guardia Civil.
Hasta el lugar del suceso se han traslado una patrulla de la Policía de la Generalitat, así como agentes de la Policía Local de Benicàssim y de la Guardia Civil.
Las diligencias por estos hechos las lleva a cabo la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Castellón, mientras que el levantamiento del cadáver se ha producido en torno a las 10.45 horas.
Concentración
El Ejecutivo autonómico ha convocado para este jueves una concentración silenciosa de repulsa por este hecho a las doce del mediodía ante el Palau de la Generalitat, mientras que la Delegación del Gobierno lo hará hoy a la una de la tarde.
En lo que llevamos de julio, al menos cinco mujeres -seis de confirmarse el caso de Frigiliana (Málaga) del pasado día 12- han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, la misma cifra que se alcanzó en todo el mes de julio del año pasado.
Son ya veintiséis las mujeres que han muerto en lo que llevamos de año como consecuencia de la violencia machista, cifra que podría elevarse a 32 de confirmarse los seis casos que se encuentran en investigación, mientras que el número de menores que han quedado huérfanos de madre asciende a dieciséis.
Si hubiera sido al revés, sería igualmente condenable, la vida no entiende de sexos y tampoco de edades. Pero quien se crea con el derecho de quitársela a otro (aunque sea extraño, familia o amparado por una guerra) no merece la suya.