A las 11 de la mañana de este martes el Instituto Balear de la Naturaleza (IBANAT) ha dado por estabilizado el incendio forestal desatado esta madrugada entre las urbanizaciones del Arenal d'en Castell, Na Macaret y el Port d'Addaia. En total han ardido 36,7 hectáreas, sin que haya habido que lamentar daños personales ni tampoco construcciones afectadas por el fuego, pese a que las llamas han rodeado a numerosas casas existentes en la zona.
En todo caso, han sido evacuadas 600 personas, turistas y residentes en estos núcleos residenciales, que han abandonado la zona por sus propios medios y han sido atendidas, las que lo han precisado, en el recinto ferial de Es Mercadal habilitado con urgencia por el Ayuntamiento de Es Mercadal, dode se ha instalado un puesto de la Cruz Roja.
El fuego se ha originado poco antes de las 2 de la madrugada en una parcela situada al final de la calle Torrol-Lera, del Arenal d'en Castell, y desde allí se ha ido expandiendo debido a la fuerza del viento del norte que en esos momentos soplaba a más de 35 kilómetros por hora.
Agentes del Seprona de la Guardia Civil de Palma se han desplazado al lugar del siniestro para investigar las causas de su origen. Al respecto, existen sospechas respecto a su posible intencionalidad.
Todo el personal del IBANAT, además de ocho camiones de bomberos de los diferentes parques de la Isla, Guardia Civil, Policía Local de Es Mercadal, Protección Civil y Dirección General de Emergencias, en total alrededor de 100 personas, han participado en las labores para controlar el fuego durante la larga noche.
Retorno a la normalidad
Tanto el jefe del IBANAT en Menorca, Jorge Casado, como la presidenta del Consell, Maite Salord, han destacado el papel desarrollado por el todo el personal desplazado al lugar del incendio, así como la información que han ido recibiendo de los propios residentes en la zona para ir atacando las llamas e impedir que se propagase más allá de la lengua de agua de Cala Molí, donde ha conseguido ser detenido.
Una vez estabilizado el fuego se han ido abriendo las carreteras de acceso a los núcleos residenciales, que se habían cerrado tras proceder al desalojo de los centenares de personas que pasan el verano en la zona.
Una vez restablecido el tráfico, los residentes han podido regresar a sus casas.